UN MUNDO VIRTUAL DE DOBLE FILO

A comienzos del siglo xx, se impulsó el crecimiento informático y tecnológico, incitando esto al uso frecuente y necesario del internet como medio de intercambio de información y una forma de interacción personal, pero desafortunadamente a esta maravillosa explosión de información se le añadieron males como: contenido sexual con poca restricción, redes sociales, y diversas plataformas de juegos en línea que ha empezado afectar la psiquis del individuo, haciendo que de una forma u otra la persona presente algún tipo de apego por el internet o por lo que este brinda.

La adicción a internet o ciberadicción se puede definir según Basile (2006) como “la pérdida del control frente al uso racional de internet”; dicha adicción es un problema que afecta a la sociedad actual por su proporcionado crecimiento y fácil accesibilidad, permitiendo estos factores que este recurso se convierta en un instrumento imprescindible de ocio en nuestra sociedad actual.

Pasar horas y horas en la red cada vez es más común, así como lo es caminar por las calles, tomarse un café o escuchar la radio, ya que se ha vuelto parte de nuestro diario vivir; la era del internet ha cambiado para siempre nuestro estilo de vida y ha traído consigo una revolucionaria forma de interactuar con personas de diferentes partes del mundo ¿dónde radica el problema entonces? si, al fin y al cabo, la comunicación entre las personas se trata de algo bueno y esta herramienta estaría facilitando una actividad muy humana llamada relacionamiento.

Se puede afirmar entonces que lo malo no está en la herramienta si no en la forma en como los individuos abusan de esta y la adhieren de una forma excesiva en su entorno, tanto así que permiten cambios en su conducta, puesto que empiezan a alejarse del mundo real para adentrase en un mundo virtual en el cual viven enganchados a una computadora; la realidad de los más jóvenes se compone de juegos en la red, chat, fotos YouTube, Facebook, twitter entre otras redes sociales, y para alguno de ellos esto se ha convertido en algo más que un hobbies y es allí donde empieza a considerarse una adicción.

El peligro de esta conducta está en el abandono de la vida social, en la perdida de las relaciones familiares reemplazando los lazos de unión fuerte por otros más débiles, el descuido en los estudios, trabajo y hasta la pareja, al pasar horas enteras encerrado e inactivo en una habitación, aparte de todos los problemas de salud que esto les puede acarrear; el impacto negativo que este ofrece es evidente y las personas mayormente vulnerables a sufrir esta adicción son aquellas personas introvertidas, con baja autoestima y con poca vida social que ven el mundo virtual una vía de escape de su realidad.

De esta manera vemos como el uso de internet se convierte en un arma de doble filo con infinidades de cosas positivas, pero para aquellas personas que son incapaces de regular su uso y permiten que sus vidas giren en torno a él, se evidencia en ellos consecuencias negativas.

En conclusión, podemos decir que todo en exceso es malo, y que, aunque el internet se haya convertido en una herramienta indispensable para nuestra sociedad actual es nuestra obligación delimitar esos beneficios y no permitir de cierta manera que este adquiera una centralidad vehemente en nuestras vidas.

Les comparto este pequeño vídeo de reflexión, para que tengan presente todo lo maravilloso que se pueden estar perdiendo si caen en esta conducta nociva.

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